20 de marzo de 2007

Mi despertador


Hoy le he dado la vuelta a mi despertador. Normalmente lo tengo mirando dirección a la cama, para cuando me despierto poder mirar la hora. Y hoy me cansé de mirarlo. Desde hace tres meses antes me acostarme siempre hago jornada de reflexión. Reflexiono sobre si esto vale la pena o no. Más bien pienso en las ganas que tengo de verte. Y miro mi despertador. Y miro las manecillas moverse... moverse lentamente. Y al apagar la luz y echarle un último vistazo a esas malditas manecillas es inevitable que eche mi último suspiro del dia. Y cuando nos hacemos la última llamada del día para desearnos buenas noches mi mirada no se aparta del movimiento de sus agujas. Y el tiempo pasa lentamente. Lentamente hasta la próxima vez que pueda verte.

Hoy mi paciencia se agotó. Así que harta de él dije "basta" y le di la vuelta, pensando que si no volvía a mirarlo el tiempo pasaría más rápidamente. Y por unos segundos pude sentir como el tiempo parecía pasar menos lentamente, pude sentir lo que era tener el poder de detener o adelantar los segundos, los minutos, las horas... pero su "tic tac" me hizo darme cuenta de que no es tan fácil luchar contra el tiempo. Y que siempre, pase rápida o lentamente, está ahí. Así que me rendí al tiempo, y como no puedo luchar contra él, he acabado metiendo mi despertador en el cajón.

Estoy harta de luchar contra el tiempo...

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