27 de diciembre de 2006

Me voy...

Nanit chen! Aquí estoy, preparando las cosillas para irme de viaje. Sí gente, me voy; me bajo para Jaén a ver a la familia después de 8 meses sin verlos. Ya tocaba verdad? El caso es que creo que no hay mejor regalo de Navidad que el que voy a tener a partir de mañana (bueno niño, este será mi segundo mejor regalo de Navidad después del tuyo ). Por suerte en los últimos meses no he dejado de recordar la última vez que los vi:
Livia, mi sobrina mayor, me sorprendia con sus primeras conversaciones. Con esa inocencia tan despierta que tienen todos los niños de 3 años. Andaba con su rubia melenita y sus ojos verdes que radiaban felicidad, de un lado para el otro. Hablando por los codos, sonriendo por todo. Recuerdo que le enseñé el típico juego de "¿dónde está Livia?" donde te escondes detrás de tus propias manos, y en el momento menos pensado apareces de repente. (¿por qué será que ese juego les hace reir tanto? misterios de la vida!!). El caso es que durante aquellos dias cada vez que la miraba con cara de pícara se tapaba los ojos con sus manitas, en "busca" mio y del juego.

Mario, el mediano, se había hecho ya un hombrecito. Con su tupé rubio ceniza peinado como mi padre, raya al lado derecho y el pelo bien mojadito.... como dos gotas de agua... Aunque no hablaba aún ni caminaba, la mirada la tenía despierta. Observaba cada cosa que había a su alrededor y cada gesto que tuvieses con él era gratificado con su amplia sonrisa. Me sentía viva por dentro cuando veía crecer sus enormes mofletes sonrojados al sonreir.


Y finalmente Celia, la benjamina de la familia. Conocía al fin a la última de la familía, a aquella que tantos habían dicho que les recordaba a mi. Celia era preciosa. El bebé de la familia. Con su pelo muy oscuro y su carita blanca, pero con esos ojos tan exoticos, almendrados y grandes, que aún no habían tomado su color definitivo pero que fuera cual fuera finalmente su color se sabía que iban a ser los más bonitos. Como me sentí de gratificada cuando por primera vez la sostuve en mis brazos. Me miró, como miran fijamente los bebés a los ojos (curioso gesto por parte de ellos), y pensé: "por fín te tengo aquí, entre mis brazos".

Hoy, ahora , pienso cómo habrán cambiado....Por lo pronto sé de primera mano (mi hermana) que Livia empezó el cole este septiembre. Prescolares ya.... como crecen!! Sé que su melenita rubia ha desaparecido :( mi hermana y su manía de hacerla parecer un niño U_U pero sus ojos siguen siendo igual de verdes y despiertos.

Mario ya camina y empieza a decir sus primeras palabras, con pequeño retraso pero contentos de que las pruebas que se le hicieran dieran negativo. Por primera vez me equivoqué en mi diagnóstico. Suerte!!! Tirará adelante seguro... solo que sacó los genes raros de mi hermana :p

Y Celia... bueno, Celia les sigue recordando a mi: "en la simpatía" dicen "anda todo el día sonriendo como tu" . Por supuesto ya no es un bebé. Ya gatea por la casa y balbucea. Alguna cosa dirá también... después de todo dentro de un par de meses hará su primer año de vida.

No sabéis las ganas que tengo de verles!!! De tenerles cerca; de ver todo lo que han crecido; de que me llamen por lo que soy: "tita Irene"; de hacerles las mil fotos que les hago todos los años; de sentir que por una vez al año, aunque sean unos dias, estoy entre familia: mi familia.
Hasta pronto!


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que los quieres mucho se nota cuando hablas de ellos, cuando ves las fotos de tu familia, en todo momento vamos. Necesitas estar con la gente que te quiere y volver a verles despues de mucho tiempo...Pasalo bien estos dias que no te veré pero espero oirte, y ya sabes lo que toca luego...

Yurema dijo...

Que vaya muy bien con la familia, disfruta mucho, besos ^^