21 de agosto de 2007

Carta al director

Sr. Periodista:
Le decía yo hacía un tiempo que en algun lugar habría un puesto de periodista para usted (o para vos, que te es más familiar a tí). Le decía que no debía rendirse, ni decaer. Que cuando una puerta se cierra otra se abre. Que un "no" no significaba un "no" definitivo.
Y como siempre, y una vez más, tenía yo razón.
Hablaba hace unos meses que si no recibía respuesta del último tipo que le ofreció un puesto pensaba dejarlo. Que ya no podía más. Ya ve que los sueños son bonitos con la ilusión del que empieza y con la esperanza de llegar a conseguirlo. Pero a veces, con el tiempo y con la falta de proyectos, los sueños parecen que se marchitan. Y yo le dije que no pensaba dejar que dejara de soñar. Que los sueños están para eso. Y que si este tipo no le llamaba es porque no sabría apreciar su trabajo. Que la radio, y sus trabajos de periolisto en algunos medios no debía abandonarlos.
Y como siempre, y una vez más, tenía yo razón.
Y ahora ese tipo del que esperaba usted una respuesta hace un par de meses será su jefe en breve. Y todo ese camino que ha recorrido hasta llegar aquí mereció la pena. Todo ese esfuerzo y esas ganas, esa entrega en su sueño ha obtenido resultado. Y no se equivoque: las oportunidades son para los que las merecen, no para los que tienen suerte. Y usted se lo merece, por tantas y tantas horas de dedicación gratuita.
Y ahora dejaré de decir eso de "periodista frustado", para añadir a mi vocabulario "periodista free-lance", que queda más sotisficado. Y en algún tiempo, no muy lejano, podré suprimir "free-lance" y denominarle a secas PERIODISTA: así, en mayúsculas. Y se me llenará la boca de orgullo al hablar de mi periodista preferido, tanto o más como se me llena ahora, al saber que esto es el principio de un gran sueño.... de una gran carrera.
Y si me lo permite, ahí estaré yo a su lado para ver como pasito a pasito su sueño va tomando forma. Para no dejarle decaer cuando las cosas vayan mal, cuando algunos pasos parezcan que van hacia atrás en lugar de ir hacia delante. Para decirle que usted ya es para mi un periodista, a pesar de que algunos se empeñen en decirle o hacerle creer lo contrario. Y para acompañarle en los buenos momentos también, como no, para poder
restregarle decirle, como siempre y una vez más, que tenía yo razón.
Felicidades Sr. Periodista.


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